Las pasadas elecciones generales dejaron un escenario confuso para formar gobierno en España. Lo cierto, es que el panorama político parece estar estancado en una continua pelea por llegar al gobierno, y a los partidos políticos parece que se les olvida que nuestra tocada economía no puede permitirse unas vacaciones de larga duración.
La incertidumbre política es un riesgo para nuestra economía, y la Comisión Europea advierte que España incumplirá el objetivo de déficit en 2016 por los elevados gastos públicos. Desde Bruselas nos indican que España está obligada a acometer una nueva ronda de recortes y reformas. Suponemos que la sociedad de nuestro país espera reformas, pero lo más probable es que disten mucho de las medidas a las que Bruselas se refiere. Somos un país castigado por la corrupción de nuestros partidos políticos, los recortes y las reformas, pero sin lugar a dudas estamos saliendo adelante por la serenidad y las aportaciones de cada ciudadano.
Según anunciaban distintos medios de comunicación, España crecerá más de lo que Bruselas preveía hace solo tres meses: el 2,8% este año y el 2,5% el próximo año. Aunque los datos sean positivos el comisario europeo Pierre Moscovici anunciaba que: “Sea cual sea el nuevo Gobierno, debe hacer ajustes en 2016”.
¿La incertidumbre política puede hacernos sufrir una desaceleración económica?
La economía mundial comienza a mirar con lupa cada movimiento que se produce en España. Las crisis petroleras y los problemas de la macro-economía China nos ha dado una tregua, pero los días pasan y el problema puede ensombrecer nuestra recuperación económica. Además de los inversores, la afiliación a la Seguridad Social, la demanda de energía eléctrica o la matriculación de automóviles, parecen estar ocasionando una pequeña ralentización en este comienzo de ejercicio. En concreto, estiman que la situación política puede provocar una bajada en torno al 0,4 y 0,7 puntos porcentuales de PIB en los próximos trimestres.
Solo nos queda esperar y, como en todas las ocasiones, quedar en manos de lo que decida nuestro futuro gobierno.
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